posible pues desde la quietud de los puntos cardinales , observaré la carne sin las pasiones que
aquejan ..
Irisada soledad fluctuaba aun postrera
como desde antes de la mano del suicida ,
trémulo lo blanco rayaba transparencias
junto al olor de carencia , la asechanza ;
agredía en formoles a la humanidad quieta .
Alcanzando por fin la dulzura paralela
de la yerta montaña perdida en inconciencia ,
los filos refulgirán entre la bruma espesa
en pasiones vícerales sin piedad expuestas ;
¡ nada duele ya ni el frío de la indiferencia !
Lejos de la prisa los relojes se rebelan
abriendo con navajas el pecho de arena ,
exánime los campos son arados ya sin quejas
entre grises bordes de la plancha gélida ;
¡ Ay rictus de tul y ojos de ausencia !
En desconocido afán el cuerpo se queda
surciendo heridas hechas por la tierra ,
que émulas las sombras cubren la insolencia
igual que la muerte que acuna a la escencia ;
de quien fué momento; de la vida hermética .
11/01/2012
Mar
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